Entrevista con Cayetano, conductor de El Magazine

La carrera de Cayetano se construyó en base a pequeños escándalos, a episodios que podrían denominarse como "periodista en situación de riesgo". Momento 1. El notero de radio se entera del cumpleaños de Charly García y se cuela en su departamento. Audaz, llega hasta el cuarto. "¿Y vos quién sos?", le preguntó el rock star. Cuando lo supo, le dijo: "No doy notas, tomátelas". Momento 2. Móvil para Perros de la calle, de FM Metro. El hombre persigue a una modelo que está por tomar un avión. Ella tiene pasajes y él no. Sin embargo, pasa todos los controles y sube a la nave. Lo detienen y apresan durante 12 horas.Se llama Nicolás Emiliano Cajg, tiene 28 años, un título de periodista deportivo y menos de un lustro de carrera. Comenzó persiguiendo a Andy Kusnetzoff para pedirle trabajo; la cobertura de una nota sobre San Cayetano y un entrevistado monosilábico le valieron el nombre artístico, por gentileza del jefe. Luego, llegó una carrera como coequiper fijo de Andy y de Alejandro Fantino en TV (Mar de Fondo y Fuga a la medianoche), entre otros.

Por fin programa propio, ¿no?
Sí, es raro para mí ponerme del lado del conductor. Pero ésta es una buena oportunidad para crecer en la profesión. La Red es una radio que se escucha mucho y con un perfil muy futbolero. Al principio me dio un poco de miedo, pero sentí que lo podía hacer. Creo que está saliendo bien, aunque tenga mucho por aprender.Desde que comenzaste, tu nombre estuvo asociado al de Andy.

¿Esta es una buena oportunidad para separarte un poco de él?
No me fui del lado de Andy; de hecho, sigo trabajando con él. Pero está bueno, a los 28 años, tener la oportunidad de probarme como conductor. Cuando me surgió la posibilidad, lo primero que hice fue consultárselo a Andy. El me enseñó muchas cosas de este oficio y es mi consejero número uno, junto a mi familia y a un grupo de amigos. Tu carrera se construyó en base a tu fama de lanzado.

¿Siempre fuiste así o es un personaje?
Es algo que tiene que ver con mis ganas de laburar y de hacer bien una nota. Mis deseos de estar en los medios me hicieron conseguir un lugar en el ciclo de Andy y hacer cualquier cosa por conseguir una nota.

¿Y te ponés un límite?
Hice muchas boludeces. Esos son los límites. Cuando me metieron preso, pensé: está bien; me sirvió para mi carrera, pero pasé un límite.

Fuente: http://www.clarin.com/diario/2007/04/01/espectaculos/c-01801.htm